miércoles, 25 de noviembre de 2009

EL CEMENTERIO DE MENTES BRILLANTES

“...Paradójicamente, la sociedad libera al liberar de la ilusión de la libertad, o más exactamente, de la creencia mal ubicada en las libertades ilusorias, la libertad no es algo dado, si no una conquista colectiva...”
Pierre Bourdieu.

¿Qué puede significar la sociedad, la libertad y la cultura para el ser humano hoy en día? Tal vez habrá que ver que nos dice la televisión o el internet de estos tres términos, ya que según dicen fueron creados para facilitarnos la dura tarea del pensamiento y la reflexión.
Y bueno habrá que remontarse a la historia, ya que a lo largo de esta, los medios de comunicación han evolucionado no en yuxtaposición con las nuevas tecnologías si no a la par con ellas, pues estas han fundado las nuevas normas y leyes imaginarias dentro de esta gran “Aldea global” como diría Mac luhann, y cuando me refiero a las leyes señalo por sus puesto al relajante “Facilismo” que ha inundado nuestros hogares, colegios, universidades, ciudades, y todo lo que esta creado sobre esta gris sociedad que habita sobre las toneladas de concreto, que algún día sepultaron pedazos de la “Mamá Pancha” en busca de “calidad de vida” para los “seres pensantes de la tierra”. Pero para referirme a la “calidad de vida”, primero quiero desglosar lo que a mi parecer enmarca ese facilismo que nos brinda los medios de comunicación, pues pareciera que en lugar de provocar una evolución en masa del pensamiento intelectual, provocan la involución de una raza casi en su totalidad, ya que unos son los que han creado las calculadoras para facilitar las operaciones matemáticas por ejemplo, y otros los que hemos adaptado el cerebro a un estado de inercia absoluta. En nuestras escuelas, ya no se conciben las sumas, las divisiones y en general todas las operaciones sin una calculadora, ¿para qué aprender a sumar cuando una maquina lo hace por mi?, esta al parecer es la lógica, es como si no se denotara la dependencia que se ha creado hacia toda la industria de consumo, que desafortunadamente ya no nos permite pensar, y por ende empezamos a desear lo simple, lo fácil, lo vendido por los medios en los cuentos de hadas, y hablando de esto me parece importante referirme al maestro Estanislao Zuleta y su escrito “El elogio de la dificultad” de donde voy a citar un párrafo que expresa esa realidad que intento explicar:
“...que nuestra desgracia, no es tanto en la frustración de nuestros deseos como en la forma misma de desear. Deseamos mal.
En lugar de desear una sociedad en la que sea realizable y necesario trabajar arduamente para hacer efectivas nuestras posibilidades, deseamos un mundo de satisfacción una monstruosa sala-cuna de abundancia pasivamente recibida. En lugar de desear una filosofía llena de incógnitas y preguntas abiertas, queremos poseer una doctrina global, capaz de dar cuenta de todo, revelada por espíritus que nunca han existido o por caudillos que desgraciadamente si han existido...”*
Esta es nuestra realidad, pues desafortunadamente, los seres humanos hemos permitido que los medios esclavicen nuestras mentes, y cual paternalistas inocuamente les echamos la culpa sin darnos cuenta que somos nosotros los culpables, pues que padre no le compro a su hija cenicienta, y por ello, ahora vive esperando su príncipe azul montado en una limosina tan larga como la carrera 5ª, que la llevara a vivir en una mansión donde muchos sirvientes van a estar a su disposición, cuantas veces no nos hemos sentado al frente de una pantalla a llorar por el desafortunado “ricachón” de la novela que se enamora de la pobre sirvienta que vive al otro lado de la ciudad, o incluso cuantas veces no nos hemos comparado con los protagonistas de las novelas justificando lo que denominamos “nuestra desgracia”, en lugar de cómo dice “Zuleta” probar nuestra capacidad para cambiar nuestra realidad; y bueno sin ir más lejos, es solo cuestión de observar la hipnosis frente a las noticias, pues hace más de año y medio nos conmovió tanto la desaparición y el asesinato de un “niño” que murió como muchos otros por la demencia de su padre, y aclaro que no por esto lo justifico. Pero lo que me parece reprochable es que mientras nosotros sucumbíamos adoloridos por el hecho, al otro lado de las pantallas las madres y los familiares de los más de novecientos jóvenes asesinados por el ejército en Ocaña y en otras partes de Colombia, eran ignorados y silenciados, y la información de estos asesinatos de estado era tramoyada de la manera más sutil y delicada posible, con el fin de no herir esos aparatos gubernamentales que enriquecen al rico, y desaparecen al pobre. Pero en fin, lo que quiero es profundizar en la gravedad con la que nos disponemos inertes ante las pantallas día con día; pues queremos inconscientemente que la televisión nos envíe la información ya procesada, para que no tengamos que utilizar lo poco que no queda de masa encefálica y en consecuencia, no podamos ver más allá de esas enormes cortinas de información que el modelo o más bien la estructura económica, que en lugar de mejorar esa “Calidad de vida” para la cual fue creada, la desquebraja a partir de “Sangre, sudor y lagrimas” como lo sugiere Amartya Sem en su libro Libertad y Desarrollo, y lo grave es que esos son los mismos elementos con los cuales se han combinado todos los eventos en la historia de la humanidad, tal vez buscando esa palabra intangible abstracta, que nadie sabe lo que significa, pero que todos, o una parte de seres humanos y seres vivos en general, nos pasamos la vida entera buscando sin poder si quiera entender su significado, y me refiero en este caso a la “Libertad”, que hoy esta mas ausente que nunca, mas intangible que nunca, más inexplicable que nunca, y tan utópica como siempre; pero que es la libertad, ¿Qué encierra en esencia este concepto? Voy a exponer en este caso un concepto corto de libertad, para ver de qué manera nos podemos acercar a la realidad concreta de esta palabra:
“Libertad, capacidad de autodeterminación de la voluntad, que permite a los seres humanos actuar como deseen. En este sentido, suele ser denominada libertad individual”*

Si de esa manera definimos Libertad; entonces encontraremos un problema en la interpretación, o más bien una falacia disfrazada, pues como lo decía el maestro Zuleta en su texto democracia y paz, “los hombres y mujeres no nacen libres e iguales”, los seres humanos nacemos en clases diferentes, en razas diferentes, en lugares diferentes y situaciones eventualmente diferentes; cuando llegamos al mundo o más bien antes de venir a él no decidimos nacer blancos, negros, mulatos, indios, franceses, italianos, gringos o simplemente colombianos, pues a mi modo de ver la libertad es un pre-concepto que debería anteponer a la existencia, si en realidad tuviéramos autodeterminación de la voluntad, decidiríamos nacer altos, o bajos, y tal vez algunos decidirían tener alas y otros branquias y escamas, algo así como injertos del mundo vivo, y seguro que si tuviéramos libertad para elegir, la mayoría por no decir que todos, ya que siempre hay “un margen de error”, elijarían nacer millonarios e importantes, pero si así fuera, la riqueza y la fama no tendría valor porque entonces nadie lo seria. Sin embargo, la cosa no es tan simple, ya que implica que las supuestas libertades reales que tenemos no son ilimitadas, y por tanto se contienen en el marco de leyes y normas que se han creado para fomentar la desigualdad a la hora de ser aplicadas en nuestro contexto actual.

Entonces puedo concluir que la “libertad” como esa sustancia que nos permite atravesar el viento y encontrar más allá de la montaña, del mar, de la vía láctea una forma de sosegar esa necesidad interna, y expulsar la esencia de cada ser, no es ni si quiera medianamente posible, no puede existir, no en el mundo real.

No obstante, supongamos que tenemos una libertad en la medida en que podamos hablar, pensar, tener derechos, y facilidad para disponer del tiempo que nos da el sol y la luna. En esa medida creo que es importante señalar hechos históricos, por que desafortunadamente ese concepto de libertad, es mucho más frustrante que el concepto anterior, y aprovecho en este caso la sociedad de consumo, pues aunque suene irónico el consumo también sirve para pensar, y vuelvo a los medios masivos y a las relaciones de dominación, ya que sin darnos cuenta cuando “libremente” decidimos en que actividad invertir el tiempo libre, por lo general lo hacemos en la televisión y, desde ese momento *el consumo, se convierte en el conjunto de procesos culturales en que se realiza la apropiación y los usos de los productos (Diálogos de la comunicación n° 30, lima junio 1991). Lo que significa, que en estas situaciones el modelo de identidad se transforma en muchas replicas y, se crea un modelo de sociedad establecido en los parámetros de las verdades absolutas, los mesías que salvan a los pueblos, los mamertos que perturban la democracia y yendo mas a lo particular nos masifican, haciendo propuestas de lo que tenemos que usar, es así como la moda se convierte en una necesidad, el teñirse el cabello, usar las prendas rotas, cambiar el color de los ojos, adaptar un nuevo lenguaje, o como lo denominaría George Orwell un neo lenguaje, en donde se recortan las palabras, por ejemplo la Universidad se cambia por la U, el celular por el cel. Y estar fuera de “la onda” es estar X Y cosas por el estilo.

Frente a la pantalla el concepto de identidad se transforma, y después de ese choque salen a la sociedad muchos clones y “culturas” por así llamarlo, por que como se ha dispuesto, toda expresión del ser humano es cultura, entonces digamos que la masificación televisiva es la “cultura de la réplica”. Pero ¿qué relación tiene todo esto con la libertad? Pues bien al perder la voluntad para decidir ser esencia lo que somos, vendemos nuestra libertad a los criterios de la comunicación y funcionamos con forme a sus criterios, por ello en ese aspecto está claro que no tenemos “libertad”.

En este orden de ideas, aterrizo entonces en la “libertad de expresión”, que por supuesto está ligada a lo anterior, pero suponiendo que como en toda la historia, haya una hormiga que constituye un cierto margen de error y no se masifica con la información como las otras hormigas, y por ende pueda decir lo que no le parece haciendo uso de la “libertad” que la ley le confiere, ¿es realmente posible decir lo que se piensa de manera deliberada y sincera?, pues no esto también está dentro de los interminables conceptos de la utopía. Pues en lo que respecta a la historia de nuestro país, las estructuras de poder han impedido que desaparezca esa hipnosis de la “masa”, y quiero recordar a la UP, sin el ánimo de caer en rótulos de la izquierda, quiero tomando apartes de la historia mencionar a este partido nuevo que nació “del margen de error” de la masa, y que traía al parecer una nueva propuesta, con nuevos líderes, que no descendían de la traidora burguesía, y que quiso darle nuevas perspectivas al país, pero que desafortunadamente fue borrado con más de 5000 asesinatos hechos y confesados por el estado; y que contribuyeron al detrimento de las libertades de expresión hipócritamente dadas en la constitución, Y al parecer estas muertes fueron en vano, porque hoy en día no se enseña en las escuelas este tipo de manchas negras que se revuelven entre el poder legislativo y el desafiante “cuarto poder” ¡La comunicación! Por otro lado, y viendo las cosas con mejor humor en la medida de lo posible, es rescatable referirnos a “Jaime garzón” un ejemplo del cual no nos han podido despojar, será porque más bien muchos no han dejado, y es que ni en chanza se puede decir que los que gobiernan este país son una particular masa cruel y sanguinaria, que acomoda las leyes a su beneficio, y sepulta “mentes brillantes” debajo de las conciencias de una sociedad ciega que piensa que la vida es un “reality show”, en donde el “Gran hermano” elimina a los participantes que no se acomodan a las condiciones del concurso, porque a propósito, La vida se ha convertido en un circulo de concursos, en su mayoría estéticos y superficiales por supuesto, por eso la farándula tiene 45 minutos, al final que evaporan toda imagen desgarradora que ha “Lule” o “Árdila” les dio la gana” mostrar; y quiero concluir desgarrando el concepto de la libertad, porque no creo justo sostener un idealismo frente a una palabra que se gasifica con melancolía en el transcurrir de nuestras monótonas vidas.

Ahora bien, pasando a otra estructura que se articula dentro de este gran aparato comunicativo, me parece pertinente desglosar el concepto de cultura dentro de los parámetros que he establecido con relación a la sociedad; y para ello, considero vital explicar el concepto de cultura y su incidencia en la convivencia de los seres humanos.

Como intento reconstruir un imaginario colectivo, debo “pararme sobre los hombros de Gigantes como diría descartes, y para referirme a este concepto, voy a citar un aparte del libro Palabras para desarmar, de Margarita Rosa Serje:
“...Siguiendo la historia semántica que hace Marcus (1993), el término cultura se remonta a la antigüedad romana, se deriva en últimas del latín colere, el que a su vez tenía un amplio rango de significados y es la raíz de numerosos términos que van desde culto hasta el casualmente, colonialismo. Colere significa: atender, cuidar, trabajar, cultivar etc. Pero también quería decir habitar, adornar, orar o adorar...”*

Por esta razón, es que a pesar de que se han entablado infinidad de discusiones con relación al concepto de cultura, no se ha encerrado en un esquema conductor, porque etimológicamente, no tiene una raíz concreta fúndate. Antiguamente, La cultura era jerarquizada en las divisiones de clase, de tal manera que la clase alta tenia cultura refinada, la clase media o burguesía cultura mediocre y finalmente, la clase baja tenia cultura brutal (Historia de las teorías de la comunicación cp. 4 pg. 70); Pero hoy en día, la cultura, ya no puede ser concebida dentro de los parámetros de los buenos modales ni la etiqueta, Pues como lo mencionaba líneas a tras, todas esas expresiones que tiene el hombre en su dimensión, es considerado cultura. Pero ¿realmente somos los seres humanos los que creamos la cultura?, prefiero inclinarme por el concepto de Leavis traído a nuestro contexto, pues pareciera que se anticipara a definir que la cultura de nuestros días, no es más que “el desarrollo del capitalismo industrial” que tiene un efecto pernicioso en las formas de la cultura tradicional, pues como he enfatizado en líneas anteriores, la industria y el capitalismo han expandido “la cultura de la réplica” gracias a los medios masivos de comunicación los cuales en el aspecto cultural, han decantado la racionalidad integrativa y comunicativa de una sociedad, el deseo de poseer “lo nuevo” ya sea una pintura de negritas palen queras o al adquirir un corte de cabello que cubre la mitad del rostro y, que simboliza el surgimiento de tribus urbanas , han hecho que nuestros deseos se conviertan en demandas y actos que se regulan desde lo mercantilmente popular; En este sentido, no estoy segura de definir entonces a los miles de conceptos culturales que merodean por el mundo como “virus”, pero sí creo que toda esta amalgama de elementos que complementan y acompañan nuestro ritmo de vida, no están del todo orientados hacia el mejoramiento y la calidad de vida de los que habitamos el planeta, por que desafortunadamente en la sociedad miles de personas sucumben ante el modelo capitalista, que permite la manipulación de los vulnerables y la dominación de las mentes, y claro sin contar con el impacto ambiental que se ha generado en torno a la industria y los elementos que constituyen las “nuevas culturas”; creo que desafortunadamente el proceso es indetenible, y solo queda adaptarse al modelo y tratar de sobrevivir, mientras mueren seres humanos y especies enteras consumidas por los hábitos y “modelos”, que sobresalen en un mundo en donde la única ley que es la del fuerte y poderos que pone su pie de hierro, sobre los miles de seres que vivimos entre las sombras de un cementerio de mentes brillantes.

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